Reseña | La Restauradora y El Reino de Amanda Stevens

Datos:

Formato: Ebook

Editorial: Roca editorial

Género: Romance paranormal

368 páginas

Año: 2014
Saga: La reina del cementerio I

Sinopsis: 
Amelia Gray tiene veintisiete años y desde los quince puede ver fantasmas. Heredó el don (o maldición) de su padre, y también a través de él supo las reglas que todo médium debe respetar para poder serlo y llevar una vida tranquila: no alejarse de los campos santos; ignorar la presencia de fantasmas a su alrededor, aunque quieran hacerse presentes y no relacionarse con personas cuyos espíritus les acechan. 
Amelia se dedica a restaurar cementerios de valor histórico artístico y con ello cumple con las reglas que su padre le impuso en su momento. Hasta que todo cambia.
Un asesinato en uno de los cementerios en los que está trabajando la pone en contacto con un detective acechado. Y hay algo que la empuja a estar cerca de él, a pesar del peligro al que casi de inmediato se ve sometida. Los fantasmas del detective empezarán a amenazarla, pero ella no puede evitar sentirse muy atraída por él, lo que la pone en una disyuntiva extrema: elegir entre sus sentimientos y su seguridad.

Formato: Ebook

Editorial: Roca editorial

Género: Romance paranormal

352 páginas

Año: 2014
Saga: La reina del cementerio II

Sinopsis:

Tras aceptar un trabajo en Asher Falls, Carolina del Sur, lo devastado que está este pueblo le llega al corazón a Amelia, así como el lamentable estado de los dos cementerios que allí se encuentran, uno de los cuales quedó hundido bajo las aguas. La pequeña ciudad, rodeada de lagos y montañas, tiene un aura de misterio innegable y la única manera de llegar a ella es a través de un ferry. Todo esto le viene de maravilla a Amelia quien, aunque no quiera admitirlo, está huyendo de Charleston y de lo que le sucedió con el detective del que está enamorada, Devlin, un hombre acechado por sus fantasmas. Necesita volver a centrarse en su trabajo y obedecer a pies juntillas las reglas que su padre le impuso en su día para protegerse de su don: ser capaz de percibir la presencia de los espíritus. 
Sin embargo, nada más poner un pie en el pueblo, se da cuenta de que hay muchos que no la quieren allí, que no quieren que restaure el cementerio, y Amelia empieza a percibir un aura de mal a su alrededor…

Con La Restauradora me llevé un chasco considerable. Cuando vi en la librería meses atrás el libro quedé fascinada y cuando leí la sinopsis aún más, sentía que debía leer ese libro a como diera lugar. Tiempo más tarde lo conseguí y lo empecé muy entusiasmada. 

Lo primero que me interesó fue que la protagonista ya no es una nena. Amelia tiene sus veintisiete y no sé si es porque me estoy volviendo vieja (en lectura aunque edad...) pero últimamente busco lecturas en donde los protagonistas tengan cierto “nivel”, cierta maduración. Y acá está el primer chasco, no la sentí como una joven de veintisiete. Sí, lo sé no todos maduramos igual pero, no sé si alguna vez les pasó, cuando leo me formo una imagen de los protagonistas y Amelia para mí no pasaba de los veinte en ciertos momentos. 

Lo segundo que me llamó la atención es que ve fantasmas, desde hacía tiempo que quería leer algo en donde ellos estuvieran involucrados, y para colmo ella vive bajo unas reglas muy estrictas que le dio su padre en donde una de ellas, casi la más importante, es que debe ignorar las presencias. 

Por último, está el detective que me pareció un enamoramiento del tipo: Tenes algo prohibido ¡no puedo! Pero mi corazón me pide que este contigo. A la mierda las reglas, ¡yo te amo! Y no le erré.

Amelia tiene todo para ser un personaje fuerte, con sus altibajos como todos, pero en su construcción algo falló, algo no quedó bien firme. Pero como no me quería rendir con ella seguí leyendo con la esperanza de que ella “madurara” y no…fue más de lo mismo y fue decepcionante. 

En un primer momento, aún no había leído la sinopsis de El Reino, creí que La Restauradora iba a ser autoconclusivo, pero cuando empezó a dar muchas vueltas, a repetir hasta el cansancio ciertos temas, a estirar momentos que no aportaban me di cuenta que no iba a terminar como lo había creído. 

Lo que más me llamaba la atención, y mucho, eran las reglas que el padre le inculcó, la distancia y casi miedo que debía de sentir hacia los fantasmas y yo con un pasado de series como Ghost Whisperer o Medium quería saber que se traía bajo la manga Amanda Stevens. En los dos libros no explicó ni mu y fue como: leí casi 720 páginas y no decís nada sobre el porqué de esas reglas pero las planteas como si fueran mandamientos que no deben ser rotos, acá me faltan varias explicaciones.

El segundo libro es más de lo mismo solo que en vez de un asesinato el hilo conductor es el aura maligna que hay en el pueblo. En El Reino, Amelia quiere alejarse de Devlin y se interna en su nuevo trabajo. El problema es que en este pequeño pueblo vive un mal ancestral y ella como un intento de médium, porque no se pone en contacto por motu proprio jamás, es más sensible a esta fuerza maligna.

En esta continuación Amelia tiene pequeños atisbos de crecer en cuanto a tomar de verdad las riendas de su vida, a tomar decisiones sólidas, a permitirse ser porque en todo lo que leí sentí que actuó siempre. Me refiero a que creo que la Amelia que se da a conocer en los primeros libros no es la Amelia real, la que puede ser, sino que es la versión moldeada por las normas de su padre. 

La trama completa tiene muchos misterios, es llamativa, pero la forma en que la planteó la autora a mi desanimó. Lo peor, creo, es que le encontré un montón de puntos fuertes y siempre sentí que podía despegar, pero no lo hizo y me dejó la sensación de que tampoco lo va a hacer. Es MUY feo quedarte con esa sensación.

El final de El Reino me hizo reunir ciertas preguntas, que las pongo con letra blanca para que no las sientan como spoiler: ¿Todos los espíritus de verdad solo ansían el calor humano por que tienen como fin vivir a través de ellos? ¿O solo algunos quieren eso? ¿Qué si algunos solo quieren ser escuchados por un médium? ¿Y si solo quieren dejar un mensaje? ¿Por qué su padre le impuso tantas reglas? ¿Por qué se tiene que alejar tanto de los espíritus que ve? Acá hay gato encerrado, lo sé. 

Por el momento hay dos libros más de La reina del cementerio, pero no creo darles oportunidad porque no tengo ganas de leer más de lo mismo.
 

 

Amanda creció en Bradford, Arkansas, una pequeña aldea en las estribaciones rocosas de las montañas de Ozark, una zona cargada de folclore. Las viejas leyendas de la región, y una fascinación innata por lo extraño e inusual, le ayudaron a cultivar una imaginación muy viva.

Antes de convertirse en una escritora a tiempo completo, Amanda trabajó para el gobierno de Estados Unidos. También ha trabajado en el campo del petróleo y la energía. Siente pasión por la música alternativa de los años ochenta y es una admiradora entusiasta de la teoría de la conspiración.